El ministro de Agricultura, Mokhtar Gaguih, presentó un balance del relanzamiento del proyecto de la Sociedad Mauritana de Productos Lácteos (SMPL), iniciado en 2015 en Néma. Aunque considerado un elemento estratégico para valorizar las cadenas agroganaderas, el proyecto enfrenta dudas sobre su viabilidad económica, gobernanza y sostenibilidad a largo plazo.
Tras dificultades técnicas, organizacionales y falta de gestión formal, la SMPL suspendió sus operaciones en 2022. En 2023, se lanzó un plan de emergencia que, con fondos públicos, permitió reactivar la producción en 2024 en dos etapas. La línea de producción, centrada en leche pasteurizada y leche de larga duración, aún presenta desafíos en abastecimiento irregular, fragilidad de equipos y la cadena de frío.
La estructura organizativa sigue sin fichas de funciones claras y sin indicadores de rentabilidad definidos, ya que la empresa sigue completamente financiada por el Estado. En el mercado conviven las marcas Ngadi (leche 100% local) y Al Bahja (en polvo), pero la competencia con productos importados aún es fuerte. El ministro no contempla privatización inmediata, sino una apertura gradual, valorando el impacto social y territorial más allá de los beneficios económicos.
