El Proyecto de Trarza en Mauritania, inaugurado en 2024 y parte del China-Africa Green Technology Park, ha convertido una extensión de terreno árido en un área productiva mediante técnicas de control de arenas, reforestación y tecnologías solares. Con solo dos hectáreas, se han cultivado hortalizas, árboles frutales y plantas ornamentales, beneficiando a las comunidades cercanas con empleo y producción agrícola.
Este proyecto se integra en los esfuerzos regionales, como la Gran Muralla Verde de la Unión Africana, que busca detener la expansión del Sahara y promover la recuperación ecológica. La iniciativa demuestra acciones concretas para revertir la desertificación y fortalecer la resiliencia ambiental en África.